Desde 1849, el mítico Cementerio de los Ilustres se conserva como uno de los principales camposantos salvadoreños que contiene más de 400 tumbas pertenecientes a importantes familias y personajes distinguidos de la sociedad salvadoreña.
Este lugar es de gran interés histórico y artístico debido a los detalles de su construcción y la belleza de sus estatuas talladas en mármol que fueron elaboradas por escultores europeos y salvadoreños.
Según datos históricos, bajo la administración del presidente Rafael Zaldívar (1876 - 1884) el lugar era conocido el nombre de “Los Ilustres” al momento de erigir un segundo mausoleo en honor a Francisco Morazán, quien luchó por el ideal de unir en una sola Federación a los países Centroamericanos. Además que, a través de los años, las tumbas de personajes y familias distintivas poblaron el sitio.
Se dice también que a este lugar se le nombró como “Panteón de los Grandes Hombres” en 1913 por dictamen de la Asamblea Legislativa, tras el entierro de Manuel Enrique Araujo.
Situado en lo que un día fue una zona exclusiva y esplendor arquitectónico de la capital, en el Cementerio de Los Ilustres descansan los restos de los ex Presidentes de la República Gerardo Barrios, Manuel Enrique Araujo, Isidro Menéndez y Francisco Morazán. También distinguibles artistas del país como los escritores Salarrué, Arturo Ambrogi, Claudia Lars y Alfredo Espino, además de músicos como el paraguayo Agustín Barrios Mangoré.
También, icónicos personajes políticos contemporáneos reposan en él, como el revolucionario Farabundo Martí; el fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista de El Salvador (ARENA), Roberto d’Aubuisson; el dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Shafick Hándal.
Este camposanto está abierto al público. Entre sus senderos apreciará la belleza de las esculturas de mármol blanco y mausoleos de valor artístico que guardan los restos de miembros de familias pudientes de San Salvador y el país. Se dice que muchas de las obras fueron pedidas en el extranjero, especialmente aGénova, Italia.
En este cementerio se hallan una variedad de figuras religiosas en diferentes poses en tamaños de grandes proporciones y otras con características peculiares que denotan el estatus de la familia o los antecedentes en vida del difunto. Muchas de ellas se han vuelto parte del paisaje del lugar y de la memoria popular.
Cabe decir que este sitio alberga figuras míticas, entre las más vistosas es la de “Luperca” mejor conocida como “La Loba” que amamanta a Rómulo y Remo. Este mausoleo corresponde a la Assitenza Italiana. También encontrará a “La Novia” (Lidia S. Cristales de López), escultura en honor a la fallecida en 1924; existen relatos de apariciones en el sitio y contrapuestas versiones de su muerte, entre las que se manejan es que falleció momentos antes de contraer matrimonio y otras versiones aseguran que sucedió después. Del mismo modo verá el avión que alude al piloto italiano Enrico Massi, fallecido en 1923. También la figura de “la moto” en la que murió su dueño, J. Francisco Sandoval en 1948.